Gafas de sol

Todo depende del uso que les vayas a dar a tus gafas de sol y de las características del lugar en el que vivas. En este sentido, existen 4 categorías. La categoría 0 (deja pasar entre un 81 % y un 100 % de la luz solar) solo tiene finalidad estética. La categoría 1 (entre un 44 % y un 80 %) solo es recomendable para momentos en los que la intensidad lumínica es baja. La categoría 2 (entre un 19 % y un 43 %) es la estandarizada y la que puede usarse con mayor asiduidad. La categoría 3 (entre un 8 % y un 18 %) es ideal para ir a la playa, a la montaña y, en general, para situaciones en las que hay mucha luz. Finalmente, la categoría 4 (entre un 4 % y un 7 %) son las recomendadas para condiciones extremas como, por ejemplo, las que te puedes encontrar al subir a una montaña de altura superior a los 2000 metros para practicar el esquí. Con gafas de sol de categoría 4 está prohibido conducir.

Existen tres tipos de radiación ultravioleta, que son los rayos UVC, UVB y UVA. Los primeros son plenamente absorbidos por la capa de ozono, así que no debes preocuparte de ellos. Los segundos, de alcance medio, son los que originan las quemaduras solares en la piel, pero no tienen impacto en la visión. En cambio, los últimos (rayos UVA) sí pueden atravesar la córnea, llegar a la retina y provocar cataratas y degeneración macular. Por ello, las gafas de sol están destinadas a impedir su paso. Nuestro consejo es que, antes de lanzarte a aprovechar ofertas de gafas de sol, te asegures de que el modelo en cuestión posee un filtro UV400. Gracias a él te asegurarás que tus ojos están plenamente protegidos.

Caras redondas: para este tipo de casos, lo mejor es apostar por gafas de sol rectangulares o cuadradas en las que las líneas rectas sean los elementos predominantes. Los modelos de pasta de estilo similar a las Ray-Ban Wayfarer te vendrán fenomenal. Caras ovaladas: la clave es que la montura, en su parte superior, quede ligeramente por encima de tus cejas. Las gafas de sol de estilo aviador serán perfectas para ti. Caras angulosas: las personas con las mandíbulas, los pómulos y el mentón marcados deben perseguir el objetivo, mediante sus gafas de sol, de suavizar sus rasgos. Para ello, lo mejor es elegir modelos redondeados u ovalados como, por ejemplo, las Ray-Ban Clubmasters. Caras con forma de corazón: estos rostros se caracterizan por disponer de la frente ancha, los pómulos marcados y la barbilla estrecha. Las gafas de sol que mejor les quedan son las que resultan ligeramente angulosas en la parte superior. El mejor ejemplo son los modelos 'cat eyes' (ojos de gato). 

Muchas gafas de sol de hombre y de mujer ya cuentan con cristales polarizados. Estos consiguen, fundamentalmente, eliminar los deslumbramientos ocasionados por la acción directa del sol o por la generada al reflejarse sobre el agua o la nieve, lo que implica menor fatiga ocular, una visión más rica en contrastes y, en definitiva, mayor confort para todas aquellas personas con especial sensibilidad a la luz. Aunque resulten un poco más caras, nuestro consejo es que aproveches ofertas en gafas de sol Ray Ban, Hawkers o cualquier otra marca que incluyan lentes de este tipo.