Vamos a contarte una antigua historia sobre la cultura celta, una historia que tiene como protagonista la noche del 31 de octubre y en la que se tenía como costumbre tallar calabazas con rostros fantasmagóricos para celebrar el fin de la época de la cosecha. ¿Halloween? No, su nombre era Samhain, aunque es el precedente directo de la fiesta que hoy todos queremos celebrar.
Con la cristianización de zonas como Irlanda y de otras en las que la cultura celta era mayoritaria, el Samhain se convirtió en la celebración de la Víspera de Todos los Santos, aunque esta nueva festividad cristiana tomó muchos elementos del condenado y desaparecido Samhain como, por ejemplo, la talla de esas calabazas que no pueden faltar en tu decoración de Halloween.
La fiesta fue durante siglos cosa de irlandeses y de pocos pueblos más, algo que se mantuvo hasta que estos tuvieron que emigrar hacia Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del XX.
En ese momento, Halloween caló de forma impresionante en la cultura del país extendiéndose como la pólvora por distintos estados y haciendo que hasta el último de los americanos se disfrazase la noche del 31 de octubre y repartiese caramelos a los niños que golpeaban la puerta de cada una de las casas de su vecindario.
Celebrar Halloween es ya una tradición estadounidense, pero lo último en llegar fue su llegada a otros países entre los que se incluye España. Motivos para ello hay muchos. Por ejemplo, el influjo del cine de terror de Hollywood o la importancia de una cultura que se sigue de forma masiva en todo el mundo.
Con todo, lo único cierto es que hoy las compras de Halloween se hacen en cualquier parte del mundo y hay que estar preparados para ellas, algo con lo que podemos echarte una mano desde Chollometro.
