Neumáticos

Un primer paso es fijarte en el dibujo que tiene la cubierta. Por si no lo sabías, este dibujo tiene como objetivo aumentar la tracción del coche y expulsar de la línea de rodamiento el agua o cualquier líquido que pudiera comprometer la estabilidad en la carretera del vehículo. Si el dibujo tiene una profundidad menor de 1,6 mm, la mínima legal, es que ha llegado el momento de sustituirlos si no queremos arriesgar la vida conduciéndolos. Como regla general, un neumático nuevo tiene una profundidad en el dibujo de 8 o 9 mm, por lo que el desgaste para llegar a 1,6 mm es muy intenso. Si no se lleva a cabo se corre el riesgo de sufrir un reventón. Claro que este no es el único problema, y es que un neumático desgastado necesita casi 20 metros más para frenar un coche que vaya a 80 km/h que uno que esté nuevo. Hay otro aspecto que hay que tener en cuenta. Cuando un neumático deja ver en su lateral la sombra de la malla metálica que recorre su interior, es que la situación es grave. Esta parte del neumático no debería verse en ningún caso, así que hay que acudir rápidamente a un taller para sustituir la pieza afectada. Igualmente, si el neumático pierde presión con demasiada frecuencia, el cambio es más que aconsejable. 

Los neumáticos tienen unas series numéricas que tienen un significado y denominación específica. Como es importante que lo comprendas, ya que de ello depende que elijas las llantas y neumáticos adecuados para tu coche o moto, vamos a explicártelo brevemente. El primer número, en este caso 295, hace referencia al ancho de la cubierta mientras que el 35 lo hace al perfil. Cada modelo de coche o moto puede montar un tipo o dos de neumáticos, ya que no admiten todas las medidas por motivos de seguridad y similares. La R hace referencia a la estructura interna del neumático. Aquí puedes encontrar los de tipo R que son radiales o los diagonales que se señalan con el símbolo -. El siguiente número, 20 en el ejemplo que te hemos dado, hace referencia al diámetro interior del neumático que se mide en pulgadas. El siguiente es 105 y se refiere al índice de carga de un neumático en concreto. El último es uno de los detalles más importantes, ya que se trata del indicador de la velocidad máxima que podrían resistir los compuestos que forman el neumático. En este caso, la Y permitiría alcanzar los 300 km/h.

Si vives en una zona en la que los inviernos son duros, te aconsejamos que apuestes siempre por neumáticos invierno. Estos tienen componentes especialmente pensados para evitar la cristalización que pueden provocar las bajas temperaturas y que son muy peligrosas para la vida útil de un neumático. Es más, los compuestos de los neumáticos de invierno resisten mejor la conducción sobre superficies heladas o nevadas, algo que es especialmente importante si estás buscando neumáticos baratos 4x4, ya que estos vehículos tienen mayor necesidad de tracción en todo momento. Pero, ¿hay que cambiar los neumáticos invierno cuando llega el buen tiempo? Hacer esto todos los años puede resultar demasiado costoso incluso aunque encuentres las mejores ofertas en neumáticos. La verdad es que, si el verano no es demasiado duro, los neumáticos invierno pueden acompañarte durante todo el año para estar preparado cuando el frío haga acto de presencia. Es más, en modelos como los grandes monovolúmenes, los SUV o los 4x4, muchos expertos en neumáticos aconsejan siempre elegir los modelos de invierno para tener el coche preparado con una extra de tracción que puede ser necesario cuando menos se espere.

Los neumáticos de baja resistencia a la rodadura reducen la fricción entre el asfalto y el neumático siendo necesaria una menor cantidad de energía para que el coche pueda moverse. El resultado es que se ahorrará en combustible por el solo hecho de llevar equipados estos neumáticos. Lo cierto es que puedes encontrar neumáticos de baja resistencia a la rodadura de las principales marcas del sector, por lo que no te costará nada hacerte con un buen juego de ellos e incluso encontrar ofertas que hagan la compra más interesante, ya que no son neumáticos baratos en absoluto. Pero, ¿reducen realmente estos neumáticos el consumo de combustible? Sí, aunque no tanto como podría imaginarse. Es más, los neumáticos con baja resistencia a la rodadura permiten ahorrar en carburante, pero se desgastan mucho antes y necesitan ser cambiados con mayor frecuencia, por lo que puede que el ahorro que llega por un sitio se vaya por otro. Y no hay que olvidar que se trata de neumáticos más caros que los convencionales, un detalle que también debes valorar a la hora de decidir si prefieres unos neumáticos de este tipo o de los normales.