Ofertas de monitores curvos

No podemos olvidar que al fin y al cabo, un monitor curvo es un monitor normal y corriente, cuya pantalla cuenta con cierto grado de curvatura, en mayor o menor medida, pero que no tiene que hacer que nos olvidemos de lo que tenemos que buscar en un monitor:

1. Tipo de panel: no todas las pantallas son iguales. Hay diferentes tecnologías y algunas son mejores que otras. Aquí un resumen de ellas.

   • Monitores TN: son los más frecuentes en el rango de precio económico. Tienen peor calidad de imagen y ángulos de visión, algo que no conviene en un monitor curvo. Son muy económicos y es fácil encontrarlos con altas tasas de refresco.

   • Monitores VA: un equilibrio entre calidad y precio. Están un poco por debajo de los IPS en calidad de colores, pero suelen ofrecer mejor contraste y son más económicos que estos, además de más sencillos de encontrar con altas tasas de refresco.

   • Monitores IPS: en general son los mejores (solo por debajo de los OLED), pero también son significativamente más caros, sobre todo si los queremos con alta tasa de refresco y baja latencia. No suele haber muchos monitores curvos IPS.

   • Monitores OLED: los menos frecuentes, más caros y de mejor calidad. No están pensados para los usuarios normales, solo los profesionales y más exigentes.

2. Radio de curvatura: no todos los monitores curvos cuentan con el mismo grado de curvatura. Por eso mismo, conviene saber qué es lo que más nos interesa.

   • 1000R: no son muchos los monitores con este radio de curvatura, puesto que es el más agresivo. Este está pensado para los monitores más envolventes y los más grandes, como el Samsung Odyssey G9.

   • 1500R - 1800R: son los radios de curvatura más comunes. Es una curvatura notable, ideada sobre todo para monitores ultrawide para permitir que las esquinas más alejadas del centro queden prácticamente a la misma distancia de nuestros ojos que la parte central de la pantalla.

   • > 1800R: una curvatura poco perceptible. Está ahí, pero no marca la diferencia y en algunos casos deja la pantalla prácticamente plana.

3. Tamaño de pantalla: no en todos los tamaños de pantalla merece la pena disponer de una pantalla curva. Te dejamos algunos consejos.

   • ≤ 24": los monitores de 24 pulgadas hacia abajo se pueden categorizar como pequeños. En este tipo de monitores no vale la pena apostar por un modelo curvo, puesto que probablemente sea más caro y no ofrece ninguna ventaja, ya que la pantalla no es suficientemente grande como para apreciarse.

   • 27": es el tamaño mínimo en el que notaremos el efecto de la curvatura, sobre todo si nos colocamos muy cerca de la pantalla.

   • > 27": por encima de las 27 pulgadas nos vamos a monitores que igualan o superan el tamaño de algunos televisores, por lo que al verlos de bastante cerca conviene que sean curvos para que las esquinas de la pantalla no queden demasiado lejos de nuestra vista.

4. Formato de pantalla: en el mercado de las pantallas hay ciertos estándares en el formato de sus pantallas, pero no todos tienen tanto sentido con pantallas curvas.

   • 16:10: este formato de pantalla está orientado al trabajo ofimático al ofrecer más superficie vertical. Los monitores curvos tienen sentido en formatos más panorámicos.

   • 16:9: el más estándar y un poco más panorámico que el anterior. Tiene sentido que sean curvos si la pantalla es bastante grande.

   • 21:9: también llamados como monitores panorámicos o ultra-wide. Es el formato que tenemos en la mayoría de películas y la curvatura es algo realmente recomendable, sobre todo para los modelos de 32 pulgadas o más.

   • 32:9: solo unos pocos monitores son tan panorámicos (son como dos de 16:9 juntos) y aquí es 100% necesario que sean curvos para poder abarcar de forma cómoda toda la pantalla. Son los más inmersivos y los que tienen curva más agresiva.