Taladros

Los rasgos fundamentales de un buen taladro

• Potencia

  La potencia es fundamental a la hora de elegir cualquier tipo de taladro excepto cuando se trata de los manuales, una herramienta que se activa solamente con tu propia fuerza, pero que cada vez se utiliza menos. La potencia es esencial en los taladros eléctricos y procede de su motor. Cuanto más grande sea este, más rendimiento te ofrecerá la herramienta y más materiales podrás atravesar sin ningún esfuerzo. Ahora bien, también el taladro pesará más, será más caro y menos compacto. Por ello, tienes que calibrar muy bien la potencia que necesitas para no pagar de más y para no terminar con un dispositivo de alto rendimiento profesional al que puede que no le saques todo el rendimiento.

• Fuente de alimentación

  Aquí tienes varias opciones muy interesantes que tienes que valorar muy bien. Por un lado, tienes los taladros con cable que son los que cuentan con una mayor potencia. Pero, por otro, disponer de taladros inalámbricos es algo que te va a servir para disfrutar de una herramienta más compacta con la que hacer trabajos sencillos sin necesidad de sentir la molestia del cable. Sí, estos taladros sin cables son menos potentes por regla general, pero son más que suficientes para poder realizar la mayoría de tareas a las que te vas a tener que enfrentar en casa. Con todo, hay modelos de taladros portátiles que unen los dos aspectos.

• Velocidad

  La velocidad de rotación, que se mide en revoluciones por minuto, no es lo mismo que la potencia y no debe confundirse. Da igual que elijas taladros de batería o modelos con cable, la velocidad siempre debería ser variable para poder realizar trabajos con mayor precisión. El motivo es que hay materiales que necesitan una velocidad u otra. Así, los más blandos agradecerán que se trabaje a bajas velocidades para no ser dañados, mientras que las superficies más duras requerirán que la broca gire a mayor velocidad para conseguir los mejores resultados. Una buena elección en este sentido es fundamental para estar satisfecho con la herramienta, algo que no debes olvidar.

• Percutor

  Los taladros percutores han supuesto todo un avance en este tipo de herramientas. El percutor es un complemento que hace que, además del movimiento rotatorio normal de la broca, esta realiza un movimiento horizontal como si fuese un pequeño martillo. Para taladrar, esto consigue que se abran los boquetes con mayor facilidad, más aún cuando se trata de materiales resbaladizos y complicados como pueden ser los azulejos. Pero también hay taladros en los que el percutor tiene más fuerza y que, cambiando siempre de broca, pueden ser usados como martillos neumáticos de relativa potencia, algo que da una gran versatilidad a esta herramienta.

• Otros usos

  Un taladro puede ser mucho más que una simple herramienta para abrir boquetes. La versatilidad es algo que han ido ganando estos dispositivos en los últimos años. Además, del percutor que ya hemos mencionado, en el mercado hay muchos taladros atornilladores que te servirán para montar o desmontar todo tipo de estructuras que estén apoyadas en este tipo de piezas. Además, estos modelos suelen venir acompañados de un buen juego de pequeñas brocas con las correspondientes cabezas para los tornillos, por lo que pueden convertirse en una herramienta total para hacer todo tipo de pequeñas reparaciones en casa.

• Seguridad

  No se debe perder de vista que el taladro es una herramienta con una serie de componentes peligrosos. La velocidad a la que giran las brocas, su potencia y otros aspectos similares pueden convertir un uso irresponsable en un accidente con mucha probabilidad. Por ello, es fundamental asegurarse de que el modelo que te interesa sea un taladro seguro. Para ello debe contar con buenos agarres para las dos manos, las brocas deben quedar ancladas sin ningún tipo de holgura y todas las piezas deben contar con las correspondientes certificaciones de las autoridades europeas. Con todo ello, aún te aconsejamos que sigas teniendo precaución cuando uses este aparato.

• Medidor de profundidad

  Este es uno de los accesorios más útiles que puedes tener en un taladro. Se trata de una pequeña varilla que podrás ajustar según tus necesidades y que hará tope con la pared para impedir que el taladro haga un boquete más grande del que realmente necesitas. La utilidad de esta pieza está, por un lado, en no tener que arrancar más material del debido y, por otro, en no llegar nunca a traspasar del todo una pared cuando no se tenga esta intención. Y todo ello se consigue con un dispositivo que no eleva para nada el precio del taladro y que no molesta en su uso, por lo que harás bien en buscar modelos de cualquiera de las marcas de taladros que hay en el mercado que cuenten con esta pieza.

• Compatibilidad con brocas

  Un aspecto fundamental a la hora de comprar un nuevo taladro para casa es que te fijes muy bien en que dispone del sistema internacional de brocas para saber que vas a poder comprar las que necesites en cualquier parte. Es extraño que encuentres modelos que tengan sus propias medidas para brocas, pero no imposible. Esto último es algo que podría darte muchos quebraderos de cabeza, así que procura siempre elegir aquellos taladros que puedan montar todo tipo de brocas.

• Precio

  El precio de un taladro es algo muy relativo. Por ejemplo, un modelo para casa elegido de secciones como la de taladros en Lidl o los taladros Bricomart no te debería costar más de 100 euros. Claro que hay modelos que aumentan este precio porque incorporan numerosos accesorios o baterías auxiliares en el caso de aquellos que no tienen cable. Ahora bien, un taladro profesional de marcas reputadas como los taladros Parkside o los Hilti, pueden llegar a valer tres o cuatro veces más que los que hemos citado antes. Eso sí, puede que no los necesites, ya que son productos pensados para profesionales de la construcción con una gran potencia.